El compostaje es uno de los procesos más importantes de la agroecología. El producto final de este, es el compost.
Mediante este, el agricultor puede mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas de sus suelos, o de la tierra donde realice su agricultura (cajones, bidones, etc.). Esto es fundamental para aquellos suelos que deban recuperarse para así volver a estar aptos para la agricultura.
Las bondades del compost se deben a que cuando es utilizado se están introduciendo un conjunto de sustancias orgánicas que son las precursoras del humus. Es decir, la sustancia que juega un papel muy importante en la fertilidad de los suelos.
En este artículo se describe la importancia del compost y de cómo hacerlo.
Compostaje para facilitar formación de humus
El compostaje es un proceso que se da en la naturaleza, de manera lenta en relación al proceso de mineralización de la materia orgánica en los suelos. Pero con uno de los varios métodos existentes, el mismo se ve acelerado de manera muy notoria.
La idea es favorecer la descomposición de materia orgánica de diversos orígenes para obtener las sustancias precursoras del humus que, efectivamente, terminarán siendo humus en el suelo donde se coloque ese compost.
En la naturaleza el proceso de descomposición de esa materia orgánica es más lento porque no se logran acumular cantidades grandes de estos restos.
En relación al medio ambiente, realizar compostaje es muy beneficioso, ya que se obtiene, de las inmediaciones de los centros poblados, materia orgánica proveniente de restos de animales y vegetales que pueden ser negativos para la salud. Y además porque se contribuye al reciclaje de nutrientes.
¿Qué es el compostaje?
Esta actividad realizada por los agricultores desde la antigüedad, es la forma más barata de colocar un abono natural al suelo para conservar y aumentar su fertilidad natural, a su vez, mejorando sus propiedades químicas (nutrientes, Ph); físicas (estructuración del suelo con todo lo que esto implica); y aumentar la actividad biológica en el mismo suelo.
Se trata, entonces, de imitar los procesos que ocurren en el mismo suelo, como en un bosque, por ejemplo, para poder descomponer o mineralizar esa materia orgánica primaria.
Es un proceso que necesita del aire, donde se produce una fermentación aeróbica, en condiciones de temperatura, humedad y de aireación específicas. Este es realizado por microorganismos del suelo (hongos, bacterias, etc) y animales como las lombrices y distintos insectos.
Al final de este proceso, se obtienen sustancias que forman rápidamente en el suelo al humus.
Estos restos orgánicos y estiércoles necesarios para el compostaje son varios y, entre ellos, se destacan los siguientes:
Restos vegetales
Son los más comunes. Se obtienen con la eliminación de malezas, restos de cultivos y de otros orígenes. Respecto a las malezas, no existe riesgo de propagación posterior de las mismas, porque se destruyen en el proceso de compostaje (semillas, estolones, etc..). De cualquier modo, es conveniente evitar de colocar malezas con semillas. La hojarasca de otoño hace un excelente aporte, al igual que los restos de hojas de césped (luego de su corte) y otros vegetales como cuando ocurre con las ramas de poda bien picadas.
Basura orgánica
Es muy común en nuestros hogares que se produzcan estos insumos para la compostera, son restos de cocina los más importantes; cáscaras de frutas y verduras, por ejemplo. Resulta ser una excelente solución compostar estos restos orgánicos o basura orgánica para aminorar los impactos en el Medio Ambiente en las ciudades. Lo mismo se puede decir de las cenizas de madera.
Café molido
Últimamente, se tiende a usar el subproducto del café domiciliario, es decir, la borra del café que se obtiene luego de filtrar. Los Restos de café resultan muy útiles para dar ciertos nutrientes al futuro humus del compostaje.
Yerba
Los restos de la yerba mate, luego de consumida la infusión, resultan ser un excelente insumo para compostar.
Desperdicios de animales domésticos
Estos animales producen estiércoles. No se recomienda usar los de perro y gato, por los malos olores, sino los de los animales de granja (cerdos, gallinas, oveja, vaca, etc). Esto se debe a que sus estiércoles activan el proceso de compostaje y a que aportan nutrientes muy valiosos como el Nitrógeno y el Fósforo, en cantidades muy apreciables. Se destaca mucho el estiércol de vaca, por la mayor disponibilidad del mismo en muchos lugares y por sus excelentes cualidades para compostar.
Vegetales podridos
En estos casos, se trata de frutas y verduras que se han echado a perder y resultan ser una fuente de energía muy interesante para potenciar el proceso de compostaje.
Cáscaras de huevo
También son un aporte muy importante al compostaje por su alto contenido de calcio. Pero, además, junto con las cenizas de madera, logran regular la acidez del compostaje. Si la mezcla a compostar es muy ácida, el proceso se puede detener y ocurrir pudrición; tanto las cenizas como las cáscaras de huevo impiden que esto ocurra.
Estas son las materias primas más frecuentes en la agricultura urbana y periurbana para realizar compostaje. Y como se puede apreciar, se trata únicamente de material orgánico.
Es importante tener en cuenta que, a la hora de compostar, utilizar cáscaras de cítricos es de gran ayuda; con el agregado de cenizas se logra regular el Ph de la mezcla sin inconvenientes.
Aspectos fundamentales en el proceso de compostaje
El compost, como abono natural, implica un proceso de transformación natural, ligado a los seres que viven en el suelo, fundamentalmente.
En este caso, se describe un proceso simple, al aire libre. Con los materiales se arma una “parva” o “cerrito”, colocando cada uno de los componentes en capas intercaladas. Es fundamental colocar un palo o madera central que contribuya a consolidar la pila de compostaje y luego de quitado el mismo, oficie de “chimenea” para evacuar los excesos de calor.
Este abono natural que se formará, requiere de control para asegurar condiciones mínimas de aireación. De esta forma, nos aseguraremos de que no ocurra la falta de oxígeno (fundamental para la base del proceso; respiración aerobia).
No conforme con esto, si las temperaturas son muy altas y el contenido de agua es muy bajo, incluso podría llegar a ocurrir un incendio en la pila de compostaje, además de, por supuesto, arruinarse el proceso.
Este proceso se verá regulado y determinado por las condiciones climáticas, especialmente por la temperatura ambiental y la humedad; la sequedad del material en proceso o el exceso de humedad ambiental. Por ello, los factores ambientales siempre deberán ser tomados en consideración.
Esto se debe a que el compostaje depende de microorganismos, en especial de bacterias y hongos. Sin embargo, como se mencionó antes, este es un proceso biológico donde intervienen otros seres tales como insectos y lombrices para lograr triturar más los materiales incorporados, y así lograr una mejor acción microbiológica.
Si se toman en cuenta las indicaciones que aquí se mencionan, con el compostaje casero, se podrá lograr un producto óptimo; se lograrán muy buenas cosechas con el producto obtenido y además se estará colaborando con el medio ambiente.
Las condiciones ambientales antes mencionadas, sobre todo en lo que respecta a humedad y la temperatura, definen de manera determinante al propio proceso de compostaje. Estas definirán si la actividad biológica es eficiente, o si se da una “lenta descomposición” de los materiales aportados al compostaje (como en la mineralización del suelo).
Si el compostaje se está realizando de manera correcta, entonces el proceso de transformación dará lugar a la aparición de las sustancias precursoras del humus. Si esto no ocurre, sabremos que algo no está bien. Un indicador claro de esto es el mal olor por parte de los materiales que se pretenden compostar.
Procedimiento de compostaje doméstico común
Previamente a proceder a explicar el procedimiento de compostaje al aire libre, en montículos, se deben realizar ciertas consideraciones fundamentales y retomar otras ya explicadas. Se describen ciertos factores ambientales y procesos de la microflora del suelo fundamentales.
En el procedimiento para llevar a cabo el compostaje doméstico, la pila de materiales a emplear se deberá de ubicar en un lugar de “media sombra”. Esto significa que el sol no debe dar directamente todo el día, ya que, la insolación directa puede afectar al proceso. Esto se debe a que los organismos que intervienen son microorganismos mesófilos, por ende, las temperaturas muy altas o muy bajas, son nocivas para ellos; la actividad metabólica se ve afectada por los extremos de temperatura.
Para compensar las temperaturas altas, la sombra y el riego moderado actúan como reguladores; y también la propia chimenea que se conformará en la construcción de la pila, será muy útil para moderar a la temperatura.
Por otro lado, la ubicación no debe de ser un “bajo” topográfico o de relieve que dificulte la evacuación de los excesos de agua. Es muy importante cuidar su cantidad; los excesos pueden malograr el proceso y producir los malos olores, previamente mencionados, por falta de oxígeno.
Los pasos a considerar para este procedimiento de compostaje son los siguientes:
Recolectar los diferentes materiales a compostar. La variedad será de gran ayuda en cuanto al aporte de nutrientes a los microorganismos y diversos animales que participarán en el proceso.
Realizar una fosa de forma cuadrada (1,5 metros de lado y 20 centímetros de profundidad). Al pozo se le deben de realizar una serie de agujeros con la pala de dientes (lo más profundamente posible, para favorecer el drenaje).
En el centro, enterrar un poste de unos 15 de diámetro, 2 metros de largo y enterrarlo unos 20 a 30 cm. Esto es con la finalidad de afirmar el apilamiento de componentes de la compostera y para que la misma luego tenga una chimenea para evacuar excesos de calor (se debe retirar este poste una semana después para poder mezclar los materiales).
Colocar los distintos materiales en capas. En la base realizar una serie de perforaciones con la pala de dientes para mejorar el drenaje; la evacuación de excesos de agua.
A continuación colocar una capa de ramas picadas (de unos 10 centímetros). Estas le darán un soporte a la pila y ayudarán a facilitar el drenaje. Capa de unos 10 a 15 centímetros de espesor.
Colocar pasto fresco, lo ideal es una mezcla de gramíneas y leguminosas (tréboles). Luego tierra común, lo más negra posible (indicativo de una gran probabilidad de buena actividad biológica de microorganismos). Es muy favorable la presencia de lombrices. Capa de unos 5 a 10 centímetros de espesor. Una vez colocada esta capa, poner otra de tierra de unos 2 a 3 centímetros de espesor.
Colocar una capa de estiércol animal (vacuno, de cerdo, ovino o aviar), y para terminar otra capa de tierra como la antes mencionada. Capa de unos 5 a 10 centímetros de espesor. Una vez colocada esta capa, poner otra de tierra de unos 2 a 3 centímetros de espesor.
Si se tiene compost de otro proceso de compostaje, también se puede aportar. Capa de unos 5 a 10 centímetros de espesor. Una vez colocada esta capa, poner otra de tierra de unos 2 a 3 centímetros de espesor.
A continuación una capa de restos domiciliarios de verduras y frutas (si se tiene acceso, una capa de cenizas de madera). Capa de unos 5 a 10 centímetros de espesor. Una vez colocada esta capa, poner otra de tierra de unos 2 a 3 centímetros de espesor.
Colocar una capa de pasto seco. Capa de unos 5 a 10 centímetros de espesor. Una vez colocada esta capa, poner otra de tierra de unos 2 a 3 centímetros de espesor.
Luego de completada esta secuencia, se repite la misma hasta completar 1,50 metros de alto.
Al terminar esta pila, se cubre con pasto seco.
Regar de manera abundante. No se podrá desarmar la pila si la misma ha sido bien cubierta de pasto y se la ha apretado (no muy fuertemente) como para consolidarla. El agua se agrega hasta el punto de no saturar; no se debe de olvidar que es importante la presencia de oxígeno. Una buena muestra de que es apropiada la cantidad de agua agregada: si se extrae un puñado de esta pila y se aprieta con la mano, apenas escurre agua.
Luego de una semana, mezclar bien con una pala de diente o una horquilla.
A tener en cuenta
Si los restos domiciliarios tienen muchas cáscaras de citrus, es necesario aplicar cenizas para que el compost no sea ácido.
Las cenizas son muy importantes en el proceso de compostaje. Se las puede colocar con los restos vegetales, siempre que se tenga acceso a las mismas.
Se debe ver regularmente la compostera para controlar la temperatura y la humedad.
La chimenea que se hace con el poste ayuda, pero se debe ser precavido.
El agua es deficiente si al apretar un puñado de la mezcla no se obtienen gotas de de líquidos del proceso.
Es importante realizar la mezcla de la pila. Primero, luego de una semana de realizada la pila. Y luego a razón de una vez a la semana en otoño-invierno y dos veces a la semana en primavera-verano. Mezclar permite oxigenar más, regular la temperatura y uniformizar la humedad presente.
Conclusiones
El compostaje es una actividad muy importante para el agricultor, porque reciclando materiales orgánicos del medio, puede obtener un producto como el compost en un menor tiempo que en la naturaleza. Esto es así debido a la intervención de quien o quienes realizan este proceso, donde se controlan distintos factores que lo regulan y por los insumos que se utilizan.
Es sumamente favorable que todos aprendan a realizar el compostaje. En la agricultura basada en la agroecología, la materia orgánica un factor fundamental para desarrollarla, ya que se mantienen o recuperan, los componentes de la fertilidad: físicos, químicos y biológicos.
Es fundamental no descuidar a los suelos en cualquier clase de agricultura. Lamentablemente la agricultura “industrial” extractivista no tiene en cuenta esto y así ocurre que muchos oligoelementos fundamentales en la dieta humana (hierro, cobalto, níquel, zinc y muchos más) pueden faltar por no contar con un criterio de buen manejo de suelos.
La agricultura basada en la agroecología contempla un buen uso de suelos, para que ellos no pierdan todas sus propiedades fundamentales. Y por tanto, que podamos conseguir una alimentación saludable.
Por lo anterior, se trabajará con el tema suelos. Desde el punto de vista de su uso y cuidado para tener cosechas abundantes (según el tipo de suelo, el clima y otros factores) de manera sustentable en el tiempo, con lo que llamamos laboreo de suelos. Que son una serie de prácticas que apuntan a un uso racional de los mismos.
La idea es: Trabajar junto a los Suelos, favoreciendo la sustentabilidad a lo largo del tiempo.
Conceptos muy Importantes a tener en cuenta.
Trabajar con los suelos implica realizar una serie de trabajos. Que no tienen nada que ver con hacer una tarea muy esforzada y “sacrificada”. No, para nada. Si sabemos trabajar junto con el suelo, la tarea es de lo más grata para quien la realiza.
Se debe tener claro que es el laboreo. Lo definiremos como la serie de tareas que se llevan adelante con un suelo para poder descompactar. Esto es lograr mayor cantidad de porosidad y por tanto que se facilite la circulación de aire y de agua para la raíces (y para todo el resto de seres de un suelo) y para que el crecimiento de estas se vea favorecido.
Al descompactar con estas tareas, se mejora la estructura del suelo (tal como se había hablado de este aspecto) y por tanto mejoran las propiedades físicas y todas aquellas otras relacionadas con estas, como la biológicas y químicas. Se mejora la fertilidad edáfica (del suelo) y se puede lograr de que sea necesario aplicar nutrientes externos de manera escasa (abonos, fertilizantes, compost, etc..) o hasta ninguna.
Para realizar el laboreo de los suelos, se debe de tener en cuenta los conceptos de Laboreo Primario, Laboreo Secundario y las herramientas que son necesarias.
El mejor momento para laborear un suelo, esta definido por el contenido de humedad del mismo. Cuanto más seco, más duro será el trabajo y no será óptimo el estado de “afinamiento” del suelo. Y con mucha humedad, el suelo se puede presentar muy “plástico” y pegarse la tierra de las herramientas y los “terrones” al secarse pueden quedar muy duros luego para hacer el laboreo secundario.
El mejor momento para laborear un suelo es según un contenido de humedad del mismo. Y Esto es cuando el suelo se encuentra friable. O sea que al hacer una cinta de suelo entre nuestros dedos esta queda “escamosa”.
Laboreo Primario.
Se trata de la tarea más importante. Se realiza al inicio del descompactado. La herramienta por excelencia es la pala de corte, más que nada si el suelo esta altamente compactado. Tanto por si hace mucho tiempo que no se labora o como porque nunca se cultivó.
Lo que se debe hacer primero es sacar las plantas herbáceas que están por sobre la superficie, que en general son malezas.
Luego se procede a trabajar al propio suelo con la pala de corte. También se puede emplear la pala de dientes, pero en un suelo muy compactado puede dañarse la misma.
Se recomienda ver las fotos que se presentan más adelante, para apreciar de qué se trata el laboreo primario.
Con el trabajo se va logrando descompactar y se producen una serie de “terrones” (agregados) que luego se deberán de “afinar” con el laboreo secundario. Se debe buscar de desagregar lo más posible a estos terrones.
Laboreo Secundario.
Con este trabajo, se desagregan los grandes “terrones de suelo que se producen en el laboreo primario y además se puede hacer un trabajo muy eficiente eliminando malezas y así no tener que recurrir al uso de herbicidas.
Este trabajo se realiza con la azada y con el rastrillo, fundamentalmente.
Con la azada, mediante golpes con la cuchilla de la misma, se rompen esos terrones y quedan expuestas las malezas para ser quitadas con el rastrillo y además expuestas al sol las que no se retiran.
Con este “afinado de los terrones” disminuye el tamaño de las partículas de suelo y se logra así facilitar la siembra de las semillas y el transplante de plantines al lugar definitivo. Porque se mejora en contacto entre la misma semilla y las raicillas con la húmedad del suelo.
Se recomienda ver las fotos que se presentan más adelante.
Las herramientas.
Para poder trabajar junto a los suelos, se debe de contar con ciertas herramientas, fundamentales para una exitosa implantación de los cultivos.
Las herramientas de Laboreo Primario.
Se distinguen las que son de Laboreo Primario de las de Laboreo Secundario.
Este es el escardillo. Otra herramienta de laboreo secundario. De un accionar similar a la azada y semejante en la forma. Pero más pequeño. Pero cuenta con dos “pinchos” que resultan muy útiles para remover las malas hierbas (como la gramilla).
Fotos de Laboreo Primario.
Fotos de Laboreo Secundario.
En Resumen
Se puede decir que el laboreo de los suelos es la actividad más importante a realizar sobre los mismos para la agricultura. Por eso el título de este trabajo: “Trabajando con los Suelos”, porque se pretende preparar la cama de siembra de una manera que sea respetuosa con el ambiente.
En posteriores trabajos se hablará más en específico de trabajar “dando vuelta al suelo” y de preparar “camas altas”.
Es importante contar con una clasificación de suelos para poder tener una idea del potencial de estos como para poder hacer agricultura y/o hacer sustratos.
Esta clasificación básica ,que se procederá a realizar aquí, será según propiedades físicas fundamentalmente, con relación a la textura de estos y también de la materia orgánica presente y de las propiedades químicas de los mismos.
Por último, según lo que se menciona en esta clasificación, se determinará claramente que es un suelo agrícola con relación a la clasificación que presentamos aquí.
Clasificación de los suelos
Luego de tener claro qué es el suelo, es fundamental contar con una clasificación mínima de los mismos, para saber en cual estamos trabajando. Esto definirá qué se puede plantar y de qué forma, en qué momento y cuáles son las correcciones que se le deberán de realizar.
La clasificación de suelos es muy compleja. Depende de cada región. Es el caso de Uruguay y Argentina, por la amplia variedad de suelos que viene dada en un caso por la gran heterogeneidad geológica en su territorio en el primer país (pequeño) y en el otro caso por el gran tamaño de su territorio.
Nosotros aquí realizaremos una síntesis muy general y simple para esta clasificación para hacer referencia a los tipos de suelos. ¿Por qué?, porque será más fácil abordar el tema suelos para aquellos que recién se inician en la agricultura y para resaltar más las características físicas y químicas que no podemos obviar. Y fundamentalmente clasificaremos así para todos poder entendernos en el manejo de los suelos dada esa gran variedad a nivel regional y mundial.
No por simplificada esta clasificación por tipos de suelos dejará de ser útil. Porque resaltaremos las propiedades agrícolas de cada uno de ellos que son fundamentales. De las propiedades físicas resaltaremos las vinculadas con la textura, estructura y de la capacidad de almacenaje de agua y drenaje. De las químicas destacaremos por nutrientes y acidez/alcalinidad. También se mencionara la caracterización biológica de los mismos.
Se hace énfasis en la facilidad o dificultad en trabajar a estos suelos. Y en sus aptitudes agrícolas.
Siendo suelos agrícolas o de aptitud agrícola, cualquiera de los que mencionaremos en esta clasificación básica, se debe tener presente de manera clara en cómo interpretar las propiedades que describen para un uso que sea sustentable. De tal manera que en nuestra tarea como agricultores no dañemos un recurso muy vulnerable
Según esta sencilla, pero útil, clasificación de suelos que se realizará aquí, se describirán:
Suelos Humíferos
Suelos Arenosos
Suelos Arcillosos
Suelos Francos
Suelos Pedregosos
Suelos Humíferos
En el caso de estos suelos, en general hay un buen contenido de arcilla que posibilita “fijar” el material orgánico propio.
Esta clase de suelos se distingue por su característico color y se dicen que tienen tierra negra. Esta característica es dada por el alto contenido de humus y de ahí su nombre: suelos humíferos.
En este tipo de suelo, existen restos vegetales y animales en altos contenidos que conforman una gran cantidad de materia orgánica en descomposición, que luego de ser procesada por la fauna del suelo y por los microorganismos del mismo, en un proceso llamado humificación, una porción muy inferior a la cantidad inicial, se convierte en el humus que caracteriza por sobre todo a los suelos humíferos.
La cantidad de materia orgánica presente en los suelos es un índice bastante directo como para tener una idea de su fertilidad. Para esto puede ayudar en mucho un análisis de una muestra de ese suelo como para confirmar este supuesto de manera consistente. Pero ya el color, visto a campo da una buena idea: más oscuro, por tanto, más fértil en general.
La actividad de seres vivos en estos suelos es muy evidente. Las lombrices encuentran en esta materia orgánica su sustento al igual que otros animales. Y en el caso de la microflora del suelo también, lo cual es fundamental, como en el caso de las bacterias que intervienen en que muchos nutrientes estén disponibles para las plantas y otros seres.
En los suelos con poca materia orgánica, ocurre casi que lo contrario en cuanto a la actividad de sus seres vivos, lo cual no beneficia a la agricultura.
Es por tanto que los suelos humíferos son tan buscados por los agricultores. Tienen una alta actividad biológica que le da esa fertilidad característica. La clave es la materia orgánica que tienen como humus o restos de seres vivos. Pero sin dejar de lado una buena presencia de arcilla, limo y arena que constituyen el esqueleto mineral.
Suelos arcillosos
Se trata de suelos donde el componente arcillosa es muy alto. Cuando están húmedos se presentan con una estructura masiva (no se distinguen poros de tamaño grande, son microscópicos en su gran mayoría), de consistencia plástica o sea que son pesados, como habitualmente se los denomina. Cuando están secos forman terrones muy duros muy difíciles de desarmar.
Tanto en el caso de estar muy húmedos, como muy secos, se hacen difíciles de laborear. Esto se debe a su textura pesada de grandes niveles de arcilla y bajos de arena y limo.
Los suelos arcillosos pueden presentar color negro (la materia orgánica es más difícil que sea lavada a la profundidad del suelo). Pero puede ocurrir que esto no suceda y que presenten colores claros de la propia arcilla al tener bajos contenidos de materia orgánica y por tanto de humus.
El drenaje es fundamental en estos suelos y donde es dificultoso, el agricultor deberá realizar trabajos de sistematización para evacuar los excedentes de agua que perjudican tanto a los cultivos, tanto por los encharcamientos o por los efectos de la napa freática que se encuentra muy cercana a la superficie. Es por tanto imperioso evaluar por parte del agricultor si es válido realizar agricultura en esta clase de suelos.
Pero que un suelo sea arcilloso, no quiere decir a priori de que presenten los problemas antes mencionados. Los suelos arcillosos de color oscuro pueden presentar un alto contenido de materia orgánica. Y es en estos casos, cuando además hay un relieve apropiado que permite contar con buena escorrentía del agua excedente, donde el complejo arcilla_materia orgánica posibilita que las propiedades físicas de estos suelos (contribuyen a la fertilidad de los suelos con las propiedades químicas y propiedades biológicas) sean excelentes para hacer agricultura. Y que por tanto exista un buen drenaje interno del agua, de que no se presente encharcamientos de los suelos y que no se presenten niveles freáticos de agua que originen una napa colgada de agua que forme encharcamientos y que por tanto los niveles de agua y aire presentes en los suelos sean los óptimos para el desarrollo de la vida en esta clase de suelos.
La materia orgánica es crucial en estos casos y también el trabajo de sistematización del predio por parte del agricultor para asegurar un buen drenaje y así facilitar eliminar el agua en exceso.
Ese color oscuro de estos suelos se asocia a la fertilidad de qué hablamos en los suelos humíferos. Pero la propia arcilla en sí le otorga excelentes propiedades químicas a los suelos que hacen a su fertilidad. Ya sea proporcionando los nutrientes fundamentales para la vida en el suelo o reteniendolos y evitando que se pierdan por “lavado” a las profundidades del suelo por el drenaje interno.
Y, además, este complejo arcilla_materia orgánica fundamental porque estos suelos retienen el agua en muy buena cantidad y es una gran ayuda para el agricultor para regular los regímenes de riego de sus cultivos.
Estos suelos tienen sus ventajas y desventajas. Se insiste en saber interpretar bien sus características, para una agricultura satisfactoria en ellos.
Se destacan:
Muy buen almacenamiento de agua, por la arcilla en sí y por la materia orgánica que se le asocia.
Muy alta fertilidad y capacidad de almacenar nutrientes.
Requiere menor incorporación de materia orgánica y fertilizantes que otros suelos. en particular respectos a los suelos arenosos.
Se calientan más lentamente que otros suelos, en particular considerando la siembra.
Son complicados de laborear. No puede estar ni muy húmedos ni muy secos, porque las herramientas se pegan o porque cuesta más trabajo, respectivamente.
Presentan diferentes problemas de drenaje, por las propiedades de la gran cantidad de arcilla. La penetración de agua es más lenta y se producen encharcamientos.
Muchos de estos suelos son de los mejores de uso agrícola. Es que los problemas de la arcilla se pueden corregir incorporando materia orgánica y cuidando a la misma. Además, es frecuente que el relieve colabore en esta fertilidad natural. El problema de la evacuación de excesos de agua se corrige con buenos drenajes. El momento más apropiado para trabajar estos suelos existe, siempre y cuando se evalúe el contenido de humedad (por exceso o por defecto).
Suelos Limosos y Francos
Este tipo de suelo presenta un alto porcentaje de limo, más que de arcilla y arena. Los suelos limosos se los cataloga de esta forma, por su textura particular. Estos suelos pueden presentar granos finos de color amarillento, que son de la propia fracción mineral limo.
En estos casos, ocurren procesos formación del suelo muy particulares que se relacionan con el tipo de roca madre que los conforma y los procesos de meteorización que ocurren.
Pero se debe destacar en este caso, a los llamados suelos francos. Donde en ellos existe un equilibrio entre los componentes del suelo en cuanto a su textura: en arena, limo y arcilla.
En el esqueleto mineral del suelo, es fundamental este equilibrio, porque define muchas propiedades físicas y también químicas y biológicas, que son muy importantes para definir su fertilidad.
Se hablará de manera indistinta de suelos limosos y francos por sus semejanzas.
El hecho de un alto contenido de limo en estos suelos, le otorga a los mismos unas excelentes condiciones de fertilidad. Por lo que las características del suelo franco hacen que presenten ´notables propiedades químicas, físicas y biológicas.
Estos son los suelos agrícolas por excelencia y debemos de esmerarnos mucho por realizar en ellos un buen uso y conservación de estos (como con los otros), porque dadas sus cualidades se ha realizado un pésimo manejo de estos en el pasado. Aquel agricultor que cuenta con este suelo, tiene un suelo rico.
Por propiedades físicas, resultan ser una combinación de los arenosos y arcillosos. Por las propiedades químicas se asemejan a los arcillosos otorgando el limo una gran cantidad de nutrientes y un pH bastante óptimo para las plantas.
Pero si además se suma el hecho de presentar una gran cantidad de cantidad de materia orgánica, los hace aún más fértiles, en todo lo que son
las características del suelo: químicas, físicas y biológicas.
Si presentan una buena cantidad de materia orgánica, que se asocian con la arcilla, presentan una gran cantidad de agua que se puede almacenar.
Se pueden resumir algunas de las caracteristicas de los suelos limosos:
Presentan colores oscuros en general, por estar bien asociado el limo/arcilla con la materia orgánica.
Buen almacenaje de agua
Buen drenaje interno y por tanto una buena aireación de sus raíces
Permite un buen desarrollo radicular como en los arenosos
Son fáciles de trabajar, casi tanto como en los arenosos
Alta fertilidad química (en nutrientes) por las características del limo (y también de la greda que se asocia)
Pueden presentar encostramiento superficial, con la formación de una costra en la superficie, lo que dificulta la emergencia de plantas, dificulta la penetración de agua y otros problemas asociados
Suelos arenosos o livianos
Se trata de aquellos suelos llamados livianos. Ello se debe al alto contenido de arena que presentan, lo que les confiere la condición de ser sueltos en sentido que una porción de este se desarma en nuestras manos.
El color en general es claro, salvo en el caso que contengan un considerable contenido de materia orgánica (lo que mejora sustancialmente fertilidad).
Los suelo arenosos, son en realidad suelos jóvenes, formados por la alteración física y química de la roca madre que contiene altos contenidos de sílice (hablando mal y pronto arena, como las areniscas) y que por tanto define esta situación muchas de sus propiedades físicas, de sus propiedades químicas y propiedades biológicas que los hace muy particulares para la agricultura y requieren de muchos miramientos por parte del agricultor.
Por ser livianos con bajos contenidos de limo y arcilla (por tanto, la materia orgánica tiende a perderse por lavado de la lluvia al igual que distintos nutrientes aportados) necesitan realizarse las siguientes consideraciones de ellos, tanto positivas como negativas en cuanto a su uso agrícola:
Son fáciles de trabajar para diferentes tareas
Calientan más rápido que otros suelos por tener una textura con altos contenidos de arena y bajos de arcilla y limo
Son tierras con mayor cantidad de poros grandes, por cual el crecimiento de las raíces es más fácil. Presentan agregados de suelo (terrones) que son poco consistentes y se desarman fácilmente
Tienen mayor aireación y mayor drenaje (se evacuan más fácilmente los excesos de agua)
Son suelos que presentan problemas de acidez, de pH bajo. Con los problemas que esto puede ocasionar a la mayoría de las especies vegetales
Son menos fértiles en nutrientes por la baja participación de arcilla y de materia orgánica (porque se lavan en profundidad). Se deben incrementar las cantidades de materia orgánica y de fertilizantes y aplicarlos con mayor frecuencia
Son suelos que almacenan poca agua y se debe ser más esmerados con el riego
Así en general, estos suelos son fáciles de trabajar, pero requieren más de nuestra atención para el apto desarrollo de las plantas. Pueden muchos de estos suelos ser catalogados como agrícolas
Suelos Pedregosos
Esta clase de suelos son de baja aptitud agrícola y son muy escasos los que llamaríamos como Suelos Agrícolas, tal como los hemos definido a los mismos.
En su estructura mineral, presentan desde algunos fragmentos de la roca que los origina hasta los propios afloramientos rocosos. Lo que sí es un común denominador es que presentan contacto lítico a muy escasa profundidad y es el común denominador de estos suelos.
El contacto lítico a poca profundidad limita a muy poco las capas superiores u horizontes del suelo arables y por tanto las fertilidad de estos suelos se ve seriamente comprometida. Se agrava más aún este aspecto con los afloramientos rocosos que pueden presentar y los mismos fragmentos de roca.
Por lo dicho anteriormente, estos suelos son de prioridad forestal, su mejor uso es para la silvicultura, por su condición de ser suelos pedregosos y de ser frecuentes en las zonas de relieve donde los mismos aparecen en escarpas en zonas de serranías y otras de alto relieve respecto al nivel del mar.
En resumen, se puede decir que se trata de suelos de escaso desarrollo y son muy jóvenes en comparación con otros más desarrollados que ya se han mencionado.
Caracterizados de esta forma los suelos, de manera bastante elemental, podremos hablar con más propiedad y entendernos mejor al momento de tomar decisiones en agricultura (de cualquier tipo). No olvidemos que el suelo es, junto otros, uno de los componentes de los agroecosistemas.
Y se hace pertinente describir a los suelos agricolas en relación a la clasificación antes enumerada.
Definición de Suelo Agrícola
Decimos que un suelo es agrícola cuando reúne ciertas características que lo hacen apto para la agricultura.
En primer lugar, se debe decir que un suelo debe de ser capaz de sostener la vida vegeta,. Y para ser agrícola, debe de ser capaz de ser cultivado por el hombre y obtener de esta actividad alimentos saludables (no existen contaminantes en el mismo) y en buena cantidad.
Y no solamente de alimentos. También para sustentar el cultivo de plantas de jardinería, aromáticas y otras. Se los debe distinguir a estos suelos de los de aptitud solamente forestal (tierra útil únicamente para forestación). Y se distinguen también aquellos suelos de aptitud pastoril (ganadería en distintos grados de intensidad).
Dentro de la clasificación que aquí se ha presentado: de suelos humíferos, arcillosos, y suelos limosos y arenosos , se presentan suelos agrícolas. Con mayor frecuencia en los humíferos, limosos y arcillosos (con alto contenido de materia orgánica).
De los suelos agrícolas se pueden resumir las siguientes características más destacadas:
Buen crecimiento de las plantas, dado que presentan excelentes características físicas, químicas y biológicas
En general presentan un color negro característico
Son fáciles de trabajar para los agricultores, por la ausencia de rocas, agua y otros problemas que han sido enumerados ya
Las plantas pueden tener un gran desarrollo radicular por ser profundos y por tener una buena textura y estructura
Almacenan muy bien el agua para las plantas
No se presentan problemas de anegamiento
Las dosis de nutrientes a suministrar son menores que en suelos que no presentan estas características
Es fundamental hacer un uso y manejo responsable de estos suelos
Esta foto es en el suelo de la foto anterior
Ejemplos de Suelos extremos y su posible mejora con Materia Orgánica compostada.
En esta sección del artículo, se presentan las ventajas de utilizar compost como mejorador de suelos. Por problemas que los mismos presentan en sí o por inconvenientes generados por malas prácticas por parte de los agricultores con uso y manejo inapropiado de los mismos.
El compost es un producto orgánico que se aplica a los suelos y los propios agricultores lo pueden hacer en sus emprendimientos domiciliarios o grupales, en un proceso llamado compostaje.
A los fines de este artículo, se realizará una descripción de cómo el compost mejora suelos arenosos y muy arcillosos para clarificar la importancia de conservar la materia orgánica en el suelo. Pero hay otras maneras de solucionar estos problemas en esta clase de suelos, que se abordarán en otros artículos.
Los Suelos Arenosos y Arcillosos.
Tanto en los Suelos Arcillosos y en los suelos Arenosos, la materia orgánica juega un rol fundamental en su estabilización.
En general, cuando se habla de estabilización de suelos, se hace referencia a su resistencia a erosionarse y a no compactarse. La erosión es más notable en los arenosos y la compactación en los arenosos. Aunque ambos tipos de estos de procesos de degradación de suelos se pueden dar en uno o en otro caso en diferente grado.
En los suelos arcillosos
la compactación es un problema muy grave y esta muy vinculada con la pérdida de estructura que se asocia con bajos contenidos de materia orgánica que ocurren por malas labores culturales de los suelos. Y como se ha mencionado, esto implica pérdida de fertilidad de suelos porque han disminuido los agregados de suelos y por tanto no hay suficientes macroporos. Y entonces no se tiene un suelo fértil porque:
Los pocos macroporos no conducen agua suficiente a la profundidad del suelo.
Hay menor oxigenación para las raíces.
El crecimiento radicular se ve muy reducido.
Se somete a un gran estrés a los vegetales y son atacados por plagas y enfermedades.
Los nutrientes minerales del suelo están presentes pero no están disponibles para las plantas y el resto de la vida del suelo, según distintos aspectos mencionados hasta ahora.
Para los suelos arenosos se presentan problemas de otra naturaleza. Y es muy importante estar atentos. Y por tanto los problemas para los suelos arenosos son:
Alto riesgo de erosión por poco contenido de arcilla y materia orgánica.
Poco almacenamiento de agua.
Menor cantidad de nutrientes.
Lo Anterior conlleva a estar muy atentos a la caracterización de nuestros suelos.. Es necesario realizar estudios de suelos para saber las posibilidades de los mismos y en condición se encuentran luego de sucesivos ciclos de agricultura.
Los Nutrientes del Suelo. La importancia del Compost.
La mineralogía o minerales del suelo que se presentan (en su fracción mineral de arena, arcilla y limo básicamente) determina que en el mismo se encuentre la mayor parte de los nutrientes para las plantas y el resto de la vida en el mismo. Solo que su cantidad puede variar de un ciclo de cultivos a otro como lo puede demostrar un análisis de suelo, porque la cantidad de esos nutrientes antes del desarrollo de nuestras plantas es mayor que luego de cosechar.
Las pérdidas de nutrientes en los cultivos son variables, según el cultivo y esta disminución en nutrientes no solamente afectará futuros cultivos. También afectará a la misma vida en el suelo y por tanto a las propiedades biológicas. Y esto último es importante resaltarlo, porque los agricultores solamente se preocupan del desarrollo de sus cultivos pero no de las condiciones de vida en ese suelo. Pensemos en la importancia de tener una gran cantidad de lombrices en el suelo, con todo lo que implica esto para la aireación, penetración de agua y desarrollo radicular.
En tales casos, es fundamental realizar un análisis de suelo, para poder tener claro cómo están los mismos en sus propiedades químicas en relación a los nutrientes y el Ph fundamentalmente.
Para tener un análisis de suelo es muy importante realizar un buen muestreo de suelos, de manera tal que se logre extraer una porción representativa del suelo del predio para enviar a analizar.
El muestreo de suelos, tema que se abordará en otro artículo de manera más completa, para que resulte del mismo una buena muestra para analizar, es necesario contemplar distintos tipos de terreno, para que sean lo más exacto posible los resultados. Estos distintos tipos de suelos , se pueden dar perfectamente por distintos tipos de topografía, o sea de relieve. No son lo mismos los suelos de lugares bajos que los de las partes altas. Si esto no se considera, se estarán evaluando juntos suelos que son diferentes y no serán válidos los datos que aporte el análisis .
No se debe dejar pasar por alto un caso especial como lo es el de los suelos calizos, que presentan un mínimo de 10% de carbonatos (basicamentes como CaCO3). Y por este motivo, la cantidad de bases constituidas fundamentalmente por Ca (calcio) y Mg (magnesio), hacen que el Ph sea alto., Se trata de los suelos alcalinos y muchos nutrientes no quedan disponibles para las plantas, como el P (fósforo), N (nitrógeno) y varios micronutrientes y mesonutrientes como el fe (hierro) y Mg (magnesio) y se da la clorosis férrica. Por tanto son frecuentes carencias nutricionales.
Los suelos calizos se pueden mejorar ostensiblemente aplicando compost (más que nada con materiales vegetales que bajan el Ph acidificando, como la pinocha de pino).
En concreto, se han mencionado aspectos que inciden en la nutrición mineral de las plantas. y el compost es fundamental para restablecer las pérdidas de estas sustancias de origen mineral para un buen desarrollo vegetal.
En el caso de los suelos arcillosos, pesados, en general no hay grandes problemas de nutrientes. Excepto si han tenido durante muchos ciclos cultivos sin dejarlos “descansar” o en el caso que las arcillas sean del tipo gredosas con pocos nutrientes o en el caso de que estos suelos han perdido mucha materia oirgńica y que se compacten y por tanto que se tenga un déficit de estos nutrientes de manera indirecta.
En el caso de los suelos arenosos, por sobre todo aquellos con escasa cantidad de arcillas y de materia orgánica. Y por tanto el gran problem,a de los suelos arenosos, es el alto contenido de cuarzo en la fracción arena. Y de esta forma tienen bajos contenidos de nutrientes y lo que se pueda agregar de los mismos se pierde por “lavado” (lixiviación) en la profundidad del suelo y será necesario agregar con más frecuencia a estos minerales para que las plantas no tengan déficit. El propio agregado de compost mejora con mucho esta situación, teniendo que aportar nutrientes con menor frecuencia por mejorar además las propiedades físicas.
Las Propiedades Físicas de los Suelos y el Compost.
Normalmente, la gente piensa que la tierra tiene que aportar nutrientes como hablamos antes, como para tener un crecimiento óptimo. Pero no es suficiente esto. Debe tener un suelo fértil:
Buena aireación.
Proporcionar un buen crecimiento radicular.
Asegurar una buena penetración del agua.
Almacenar agua para que esté disponible para los vegetales.
Fundamentalmente en estos aspectos. Y estos aspectos vienen dados por las propiedades físicas presentes en los suelos. Y Conservar e incrementar la materia orgánica de un suelo, es fundamental para que esto ocurra. El compostaje es una excelente solución en este aspecto.
Lograr recuperar los nutrientes de un suelo, sin pensar en las propiedades físicas de los mismos no es pensar en absoluto en preservar los recursos naturales que brinda el suelo.
El abono natural (y existen muchos tipos, de diverso origen: animal, vegetal, etc) son muy útiles para recomponer la estructura de un suelo y por tanto sus propiedades físicas. Que se pueden aplicar directamente al suelo. Pero le llevará al mismo mucho tiempo, y los resultados se podrán apreciar en un largo tiempo. Por eso la ventaja de compostar estos materiales: el proceso de mejora es más rápido en el suelo empleando compost.
La materia orgánica aportada por el compost, resulta ser precursora (son varios tipos en realidad) del humus, que es la fracción más estable y abundante de materia orgánica de los suelos.
Es el humus, fundamentalmente, junto a otras sustancias que al suelo lo estructura y por consecuencia se tienen las propiedades físicas fundamentales que hacen también a su fertilidad.
En el caso de los suelos arcillosos, el agregado de materia orgánica conduce a resultados muy notables, por sobre todo en los que están compactados y/o en los que han perdido materia orgánica por erosión. Esto se debe a que el suelo logra consolidar una ESTRUCTURA, lo que implica que se incremente la cantidad de macroporos y se descompacte, provocando como mejoras:
Mayor aireación para toda la vida del suelo. Y por tanto los nutrientes disponibles del suelo se pueden absorber por parte de las plantas de manera mucho más eficaz.
Mejor penetración del agua en el suelo.
Mayor crecimiento radicular.
Y otras ventajas.
En el caso de los suelos arenosos, el aporte de compost es fundamental por los resultados que se logran en los mismos. Fundamentalmente en:
Mejorar el almacenamiento de agua.
Formación de agregados de suelo para evitar la erosión.
Mantener por más tiempo los nutrientes aportados (como compost u otros enmiendas) a estos suelos disminuyendo la lixiviación o lavado profundo de los mismos.
Las Propiedades Biológicas De los Suelos y el Compost.
La materia orgánica es muy importante para la vida del suelo. Y esta no es solamente la representada por las plantas. Existe en un suelo fértil una enorme cantidad de microorganismos (bacterias, hongos, protozoarios, etc) y animales de diverso tipo, destacándose las lombrices.
Toda esta vida en el suelo es fundamental para otorgar al mismo fertilidad. No es suficiente con propiedades químicas y físicas óptimas.
Las lombrices son fundamentales para reciclar la materia orgánica del suelo, generar macroporos, etc..
Diversas bacterias son responsables de que diversos nutrientes sean disponibles para las plantas.
Y muchos hongos, como las micorrizas favorecen a las plantas aumentando su capacidad de absorción de agua y nutrientes.
Para potenciar esta vida en el suelo, se pueden incorporar restos vegetales y animales, pero el compost logra estimular la vida de manera más rápida.
Lo mencionado antes redunda de manera muy positiva en estos dois extremos de suelos.
En Resumen
Se puede decir que esta clasificación de suelos es muy básica, pero describe muy bien los aspectos como para diferenciar de muy buena manera a un buen suelo agrícola del que no lo es. Y si no es un suelo agrícola y se pretende cultivar en el, queda claro que clase de tareas debe de emprender el agricultor como para hacer posible su actividad.
Para comenzar con este tema entendemos que es apropiado ver el sigiuiente video, auspiciado por la FAO, que nos muestra la importancia de los suelos y de tener conciencia de un uso y manejo responsable de los mismos. Es que la población crece y los suelos agricolas se están perdiendo.
Los suelos son una colección de cuerpos naturales de la biósfera terrestre. Los suelos constituyen la capa más superficial de la corteza del planeta. Y la importancia del suelo es porque le brindan a las plantas un soporte físico (de anclaje), agua y nutrientes. Pero no solamente le dan sustento a las plantas, también a otros seres que viven en su interfaz, y de manera muy abundante.sY Sin dudas resultan determinantes para la agricultura.
Normalmente se piensa solamente en los vegetales como los que proliferan en un suelo. Pero en una porción de suelo se cuentan por millones las cantidades de bacterias, protozoarios y hongos que se presentan. Y también de pequeños animales (la mesofauna), como las lombrices, diversas larvas (de escarabajos), y vertebrados de distinto tipo. Como se analizará, esta vida en el suelo es determinante para lo que hace a la fertilidad de las plantas que se cultivarán en ellos.
Formación de un suelo
La formación del suelo es el resultado de procesos de degradación de las rocas de la corteza terrestre, se originan como consecuencia de la alteración físico_química del material rocoso original de la corteza terrestre y a esa roca inicial se la suele llamar roca madre.
Más técnicamente, esta alteración se denomina meteorización, donde las rocas y sus minerales se descomponen y se transforman física y químicamente por diversos factores: del clima , el tipo de rocas (referidos a su naturaleza química) y los biológicos. Estos tres grupos de factores son los fundamentales.
Según los factores biológicos mencionados, se da también otro proceso en la formación de suelos: el aporte de materia, que le dará al suelo resultante el color oscuro. La materia orgánica se va acumulando en el suelo, procedente de los vegetales, animales muertos, vegetales muertos, y otros seres vivos del suelo, conformando así materia en descomposición.
Un buen suelo Humífero. Obsérvese el profundo color negro que denota la presencia de gran cantidad de Materia Orgánica. Se trata de un excelente suelo para proporcionar nutrientes a los vegetales, donde hay un alto Porcentaje de Saturación de Bases y sostiene una alta actividad microbiológica. Está además bien estructurado: con buena cantidad de agregados y Macroporos (por donde crecen las raíces, circula el agua del drenaje interno y hay buena circulación de gases).
Por lo dicho anteriormente, se da un proceso llamado de humificación, que forma al humus de los suelos que les da el color oscuro a los mismos y que es fundamental para la nutrición de la vegetación nueva y el resto de la vida en el suelo.
Un detalle muy importante a tener en cuenta en el proceso de humificación es que el mismo es parte del Ciclo del Carbono y que en el humus se fijan grandes cantidades dióxido de carbono, que es un gas fundamental en provocar el cambio climático que se viene dando.
Los suelos ricos en materia orgánica, hablando de su fertilidad, tienen una composición química (término empleado, pero que no es el más apropiado pero que resulta muy fácil de entender) donde existe una saturación de bases muy alta (presencia de calcio, magnesio, potasio y otros nutrientes) y la presencia de otros nutrientes (como fósforo, nitrógeno y otros mesoelementos y microelementos) . Y esta “composición química” favorable para el crecimiento vegetal y es lo que hace decir que un suelo tiene tierra fértil.
Los aportes químicos del suelo no son suficientes para explicar la fertilidad de un suelo. Son fundamentales las propiedades físicas del suelo junto con las propiedades biológicas que se presentan.
En esa formación de un suelo, En procesos que duran miles de años, las rocas y sus minerales se van diferenciando distintas capas del mismo, con diferentes propiedades entre unas y otras que se llaman: horizontes.
Dicha descomposición de los minerales y rocas da por resultado muchos componentes determinantes de los suelos: la fracción mineral, que conforman la textura del suelo: arena, arcilla y limo en diferentes porcentajes y también piedras y pedruscos en diferente cantidad.
En lo que respecta a esa fracción mineral de arena, arcilla y limo constituye la matriz fundamental del suelo, donde otros componentes del mismo se incorporan.
Con la presencia de la fracción mineral resultante en los suelos, se asocia o incorpora la materia orgánica (restos de vegetales, animales y de microorganismos). La acumulación de dicha materia en un suelo es también de los procesos de formación de los mismos, como se ha dicho, y tienen por resultado al humus que le da a un suelo excelentes propiedades asociadas a la fertilidad. A esta clase de suelos se los llama suelos humíferos.
La fracción mineral de un suelo y su materia orgánica, definen sus propiedades químicas.
La presencia de las partículas minerales y las orgánicas, posibilitan el desarrollo de la vida en los horizontes del suelo. Se puede dar sustento a especies vegetales: desde las más elementales como los musgos hasta árboles. El mismo desarrollo de la vida vegetal posibilita el desarrollo de otras formas de vida, como la microbiana y animal. Y esto da a lugar a que se pueda tener actividad biológica fundamental en las diferentes capas u horizontes del suelo. Hablamos entonces de las propiedades biológicas de un suelo.
En lo que tiene que ver con los horizontes de un suelo, más que nada en los más cercanos a la superficie, es donde se encuentran en mayor cantidad (por la cantidad y por la posibilidad de mantenerse en esos horizontes) de elementos químicos para el sustento de esta vida en los mismos (no solamente vegetal como hemos observado).
La arena, arcilla y limo que conforman la textura de un suelo, como se ha dicho. Y la textura de un suelo, con sus componentes , en asociación con la materia orgánica forman los agregados de suelo que conforman la estructura de un suelo y por tanto esto es lo que posibilita la presencia de aire en el suelo y por tanto de oxígeno para las raíces.
La textura y la estructura, fundamentalmente, determinan a las propiedades físicas de un suelo que hacen también a su fertilidad: aireación (la presencia de gases atmosféricos en el mismo), drenaje interno, presencia de aire en el mismo, crecimiento radicular, retención de agua útil para los vegetales (de la asociación entre la arcilla y la materia orgánica).
Por lo dicho antes, es fundamental el aporte de materia orgánica para mantener esa estructura de suelos y por tanto aportar al suelo cuando estamos cultivando en ellos mediante el compostaje, por ejemplo.
Es fundamental la libre circulación del agua en los suelos. Y es posible esto porque la estructura de un suelo permite la entrada de agua que se infiltra, de lluvia o de riego y que esta se almacene en el mismo.
Características físicas, químicas y biológicas y tipos de suelos.
Tanto las propiedades químicas, las propiedades físicas y las propiedades biológicas definirán las características de un suelo. Cabe decir que estas propiedades se las denominan también características físicas, químicas y biológicas.
Y estas características o propiedades es lo que a campo definen al perfil del suelo. Se pueden en el mismo apreciar las diferentes capas de un suelo que se han originado, cuando se está formando el suelo. El perfil de un suelo, son las sucesivas capas o horizontes que se han diferenciado unos de otros en el proceso.
Son los componentes del suelo que determinan estas características que los definen y que sea fundamental realizar el estudio del suelo. De tal manera de poder tener claro cuales son las especies vegetales más apropiadas a cultivar para cada tipo de suelo que queda determinado por estas propiedades o características.
La capa superficial de los suelos, es la más importante, donde hay mayor actividad biológica y se le llama horizonte A. Y en los suelos jóvenes esta menos desarrollado.
En la caracterización de un suelo por sus características físicas, químicas y biológicas, se definen los distintos tipos de suelo a nivel mundial.
A los efectos más prácticos de estas publicaciones, se realizará una clasificación básica de los suelos y así de esta manera no comentar tecnicismos que escapan a nuestros propósitos (al menos por lo pronto). Por tanto clasificaremos a los suelos en:
Suelos arcillosos
Suelos humíferos
Suelos arenosos
Suelos pedregosos
Uso responsable de los Suelos
Considerando lo que se ha dicho antes, esa íntima integración de estos componentes: minerales, sustancias orgánicas, agua y aire de los suelos, son los que hacen posible la vida en ellos. Y no se los puede de considerar por separado. Las cualidades de los suelos vienen dadas por esa asociación. No es posible una agricultura sustentable, eficiente y racional sin esta visión integral del suelo. De hecho es alarmante como la mayoría de la población (y de muchos agricultores) piensan que la única vida en el suelo es la vegetal. Nada más alejado de la realidad.
Y es así que lo planteado anteriormente hace que sea imperioso considerar un uso racional y responsable de los suelos: “trabajando con los Suelos”. De manera tal que se pueda evitar la pérdida de suelos por la erosión, por realizar un laboreo inapropiado de los mismos (roturar el suelo en favor de la pendiente, etc.). Y también evitar la contaminación del suelo con el uso de diferentes agroquímicos.
Si como agricultores no somos capaces de hacer un uso responsable de los suelos, la agricultura no será sustentable en el tiempo. Ya en el planeta se han perdido vastas áreas de suelos fértiles.
A continuación, se presentan distintas imágenes comentadas que muestran ejemplos de uso y manejo responsable de suelos:
En resumen
De lo dicho en este artículo, se puede apreciar lo que son los suelos y lo complejos que son. Y lo vulnerable que son los mismos y que podemos perderlos por un mal uso de los mismos.Es esa complejidad la que define la vida misma y por tanto se hace imperioso un uso responsable de los suelos. Lo más apropiado es decir: “realizar agricultura trabajando con los suelos”. Porque de no ser así, perderemos a estos cuerpos naturales que demoran miles de años en consolidarse sobre la corteza terrestre después un largo proceso.
La formación de los suelos es un tema fundamental, pero más que por un simple saber académico, su importancia es más marcada por aplicación necesaria de técnicas para el uso eficiente y conservacionista de suelos. También resulta importante saber respecto a la formación de suelos para poder realizar la recuperación de aquellos que están degradados.
La primera cuestión importante a abordar es que las sustancias presentes en la Tierra son constituidas por elementos químicos de la tabla periódica que se formaron hace unos 8.000.000.000 de años atrás, cuando el Sistema Solar aún no se había formado. Esto tiene consecuencias fundamentales con relación a la erosión. Hablamos de sustancias que serán los nutrientes fundamentales para las plantas, como el nitrógeno, el potasio, el fósforo, los mesonutrientes (hierro, azufre, magnesio, calcio, etc.) y los micronutrientes. Ya tenemos mucho que decir por este hecho en cuanto al uso del suelo.
Esos elementos químicos que se formaron hace tanto tiempo, integraron los minerales y las rocas que formaron al Planeta Tierra durante la constitución de nuestro sistema solar.
Las rocas
Las rocas son esenciales para la formación de los suelos, en un largo proceso llamado edafogénesis
Evidentemente las rocas heredan a los suelos esos nutrientes de los elementos químicos que mencionamos y que son fundamentales para el desarrollo de las plantas.
Pero las rocas, con los minerales que las forman, le otorgan propiedades físicas esenciales a los suelos y facilitan el desarrollo biológico en sus diversos tipos (arcillosos, arenosos, etc.), con mucha actividad biológica.
Para que un suelo presente esas propiedades quimicas, fisicas y biológicas, antes debe de ocurrir ese proceso de edafogénesis.
Podemos describir brevemente el proceso de edafogénesis detallando sus fases fundamentales:
Meteorización química y física de la roca
Esto tiene que ver con los factores que modifican el suelo.
Esa roca que formará a diferentes suelos (existe una gran variedad de rocas formadoras de suelos), se denomina Roca Madre.
La meteorización física implica la trituración en fragmentos más pequeños de esa roca, por diversos factores sobre la corteza terrestre: alternancia de frío y calor, las lluvias, los glaciares, el viento, la gravedad, la propia acción de las raíces de las plantas, etc.
Aumenta la superficie expuesta de esa roca al disminuir cada vez más el tamaño de cada fragmento
La meteorización química tiene que ver con la propia desintegración química de estos minerales constitutivos de las rocas. Se liberan los elementos químicos (nutrientes) al suelo en formación, sosteniendo la vida de éste. Intervienen diversos factores: el agua es fundamental, diversos ácidos (carbónico, a partir del dióxido de carbono, por ejemplo), distintas partículas con carga eléctrica, etc.
La meteorización se da de manera simultánea, tanto química como física, en menor o mayor grado en cada caso.
Finalmente, en un suelo desarrollado, lo que quedará de esa Roca Madre es la fracción mineral conformada por arena, limo y arcilla, junto con otras partículas minerales más grandes. También quedarán esos mismos nutrientes liberados, retenidos por la arcilla, la materia orgánica u otros compuestos.
Horizontes del suelo
Los horizontes del suelo son capas diferenciadas del suelo, dispuestas en sentido horizontal. Son fundamentales al momento de identificar un suelo.
Entre los horizontes del suelo existen diferencias en propiedades químicas, físicas y biológicas, así como diferencias en la fertilidad. Los más superficiales son aquellos en los que se desarrolla la vida en mayor medida, y por tanto son de más interés para el hombre.
En esta diferenciación intervienen distintos factores. Son muy importantes las acciones del agua (llevando en profundidad diferentes partículas), de las plantas, de la fauna propia de los suelos, la gravedad, etc..
Estos horizontes se disponen sobre la Roca Madre, y ésta última sigue con su proceso de edafogénesis. Se disponen en distintas capas los productos que se van formando en el suelo, capas que tiene similares propiedades en distintos puntos de las mismas.
La acumulación de materia orgánica es fundamental en la conformación del suelo, porque le otorga al mismo propiedades químicas, físicas y biológicas fundamentales para la vida.
Se va dando por acumulación de restos de animales, plantas y otros seres que van poblando a ese suelo en formación. En última instancia ocurre un proceso orgánico-mineral que da por resultado la formación del humus.
Todos estos procesos son dinámicos y ocurren, en menor o en mayor grado, de manera permanente. El suelo es un cuerpo natural en estado dinámico, en continuo cambio.
Es un proceso que se da a lo largo de miles de años. Es por eso que se debe de hacer un uso responsable de los suelos, para evitar su degradación.