Qué es el suelo
Para comenzar con este tema entendemos que es apropiado ver el sigiuiente video, auspiciado por la FAO, que nos muestra la importancia de los suelos y de tener conciencia de un uso y manejo responsable de los mismos. Es que la población crece y los suelos agricolas se están perdiendo.
Los suelos son una colección de cuerpos naturales de la biósfera terrestre. Los suelos constituyen la capa más superficial de la corteza del planeta. Y la importancia del suelo es porque le brindan a las plantas un soporte físico (de anclaje), agua y nutrientes. Pero no solamente le dan sustento a las plantas, también a otros seres que viven en su interfaz, y de manera muy abundante.sY Sin dudas resultan determinantes para la agricultura.
Normalmente se piensa solamente en los vegetales como los que proliferan en un suelo. Pero en una porción de suelo se cuentan por millones las cantidades de bacterias, protozoarios y hongos que se presentan. Y también de pequeños animales (la mesofauna), como las lombrices, diversas larvas (de escarabajos), y vertebrados de distinto tipo.
Como se analizará, esta vida en el suelo es determinante para lo que hace a la fertilidad de las plantas que se cultivarán en ellos.
Formación de un suelo
La formación del suelo es el resultado de procesos de degradación de las rocas de la corteza terrestre, se originan como consecuencia de la alteración físico_química del material rocoso original de la corteza terrestre y a esa roca inicial se la suele llamar roca madre.
Más técnicamente, esta alteración se denomina meteorización, donde las rocas y sus minerales se descomponen y se transforman física y químicamente por diversos factores: del clima , el tipo de rocas (referidos a su naturaleza química) y los biológicos. Estos tres grupos de factores son los fundamentales.
Según los factores biológicos mencionados, se da también otro proceso en la formación de suelos: el aporte de materia, que le dará al suelo resultante el color oscuro. La materia orgánica se va acumulando en el suelo, procedente de los vegetales, animales muertos, vegetales muertos, y otros seres vivos del suelo, conformando así materia en descomposición.
Un buen suelo Humífero. Obsérvese el profundo color negro que denota la presencia de gran cantidad de Materia Orgánica. Se trata de un excelente suelo para proporcionar nutrientes a los vegetales, donde hay un alto Porcentaje de Saturación de Bases y sostiene una alta actividad microbiológica. Está además bien estructurado: con buena cantidad de agregados y Macroporos (por donde crecen las raíces, circula el agua del drenaje interno y hay buena circulación de gases).
Por lo dicho anteriormente, se da un proceso llamado de humificación, que forma al humus de los suelos que les da el color oscuro a los mismos y que es fundamental para la nutrición de la vegetación nueva y el resto de la vida en el suelo.
Un detalle muy importante a tener en cuenta en el proceso de humificación es que el mismo es parte del Ciclo del Carbono y que en el humus se fijan grandes cantidades dióxido de carbono, que es un gas fundamental en provocar el cambio climático que se viene dando.
Los suelos ricos en materia orgánica, hablando de su fertilidad, tienen una composición química (término empleado, pero que no es el más apropiado pero que resulta muy fácil de entender) donde existe una saturación de bases muy alta (presencia de calcio, magnesio, potasio y otros nutrientes) y la presencia de otros nutrientes (como fósforo, nitrógeno y otros mesoelementos y microelementos) . Y esta “composición química” favorable para el crecimiento vegetal y es lo que hace decir que un suelo tiene tierra fértil.
Los aportes químicos del suelo no son suficientes para explicar la fertilidad de un suelo. Son fundamentales las propiedades físicas del suelo junto con las propiedades biológicas que se presentan.
En esa formación de un suelo, En procesos que duran miles de años, las rocas y sus minerales se van diferenciando distintas capas del mismo, con diferentes propiedades entre unas y otras que se llaman: horizontes.
Dicha descomposición de los minerales y rocas da por resultado muchos componentes determinantes de los suelos: la fracción mineral, que conforman la textura del suelo: arena, arcilla y limo en diferentes porcentajes y también piedras y pedruscos en diferente cantidad.
En lo que respecta a esa fracción mineral de arena, arcilla y limo constituye la matriz fundamental del suelo, donde otros componentes del mismo se incorporan.
Con la presencia de la fracción mineral resultante en los suelos, se asocia o incorpora la materia orgánica (restos de vegetales, animales y de microorganismos). La acumulación de dicha materia en un suelo es también de los procesos de formación de los mismos, como se ha dicho, y tienen por resultado al humus que le da a un suelo excelentes propiedades asociadas a la fertilidad. A esta clase de suelos se los llama suelos humíferos.
La fracción mineral de un suelo y su materia orgánica, definen sus propiedades químicas.
La presencia de las partículas minerales y las orgánicas, posibilitan el desarrollo de la vida en los horizontes del suelo. Se puede dar sustento a especies vegetales: desde las más elementales como los musgos hasta árboles. El mismo desarrollo de la vida vegetal posibilita el desarrollo de otras formas de vida, como la microbiana y animal. Y esto da a lugar a que se pueda tener actividad biológica fundamental en las diferentes capas u horizontes del suelo. Hablamos entonces de las propiedades biológicas de un suelo.
En lo que tiene que ver con los horizontes de un suelo, más que nada en los más cercanos a la superficie, es donde se encuentran en mayor cantidad (por la cantidad y por la posibilidad de mantenerse en esos horizontes) de elementos químicos para el sustento de esta vida en los mismos (no solamente vegetal como hemos observado).
La arena, arcilla y limo que conforman la textura de un suelo, como se ha dicho. Y la textura de un suelo, con sus componentes , en asociación con la materia orgánica forman los agregados de suelo que conforman la estructura de un suelo y por tanto esto es lo que posibilita la presencia de aire en el suelo y por tanto de oxígeno para las raíces.
La textura y la estructura, fundamentalmente, determinan a las propiedades físicas de un suelo que hacen también a su fertilidad: aireación (la presencia de gases atmosféricos en el mismo), drenaje interno, presencia de aire en el mismo, crecimiento radicular, retención de agua útil para los vegetales (de la asociación entre la arcilla y la materia orgánica).
Por lo dicho antes, es fundamental el aporte de materia orgánica para mantener esa estructura de suelos y por tanto aportar al suelo cuando estamos cultivando en ellos mediante el compostaje, por ejemplo.
Es fundamental la libre circulación del agua en los suelos. Y es posible esto porque la estructura de un suelo permite la entrada de agua que se infiltra, de lluvia o de riego y que esta se almacene en el mismo.
Características físicas, químicas y biológicas y tipos de suelos.
Tanto las propiedades químicas, las propiedades físicas y las propiedades biológicas definirán las características de un suelo. Cabe decir que estas propiedades se las denominan también características físicas, químicas y biológicas.
Y estas características o propiedades es lo que a campo definen al perfil del suelo. Se pueden en el mismo apreciar las diferentes capas de un suelo que se han originado, cuando se está formando el suelo. El perfil de un suelo, son las sucesivas capas o horizontes que se han diferenciado unos de otros en el proceso.
Son los componentes del suelo que determinan estas características que los definen y que sea fundamental realizar el estudio del suelo. De tal manera de poder tener claro cuales son las especies vegetales más apropiadas a cultivar para cada tipo de suelo que queda determinado por estas propiedades o características.
La capa superficial de los suelos, es la más importante, donde hay mayor actividad biológica y se le llama horizonte A. Y en los suelos jóvenes esta menos desarrollado.
En la caracterización de un suelo por sus características físicas, químicas y biológicas, se definen los distintos tipos de suelo a nivel mundial.
A los efectos más prácticos de estas publicaciones, se realizará una clasificación básica de los suelos y así de esta manera no comentar tecnicismos que escapan a nuestros propósitos (al menos por lo pronto). Por tanto clasificaremos a los suelos en:
- Suelos arcillosos
- Suelos humíferos
- Suelos arenosos
- Suelos pedregosos
Uso responsable de los Suelos
Considerando lo que se ha dicho antes, esa íntima integración de estos componentes: minerales, sustancias orgánicas, agua y aire de los suelos, son los que hacen posible la vida en ellos. Y no se los puede de considerar por separado. Las cualidades de los suelos vienen dadas por esa asociación. No es posible una agricultura sustentable, eficiente y racional sin esta visión integral del suelo. De hecho es alarmante como la mayoría de la población (y de muchos agricultores) piensan que la única vida en el suelo es la vegetal. Nada más alejado de la realidad.
Y es así que lo planteado anteriormente hace que sea imperioso considerar un uso racional y responsable de los suelos: “trabajando con los Suelos”. De manera tal que se pueda evitar la pérdida de suelos por la erosión, por realizar un laboreo inapropiado de los mismos (roturar el suelo en favor de la pendiente, etc.). Y también evitar la contaminación del suelo con el uso de diferentes agroquímicos.
Si como agricultores no somos capaces de hacer un uso responsable de los suelos, la agricultura no será sustentable en el tiempo. Ya en el planeta se han perdido vastas áreas de suelos fértiles.
A continuación, se presentan distintas imágenes comentadas que muestran ejemplos de uso y manejo responsable de suelos:
En resumen
De lo dicho en este artículo, se puede apreciar lo que son los suelos y lo complejos que son. Y lo vulnerable que son los mismos y que podemos perderlos por un mal uso de los mismos.Es esa complejidad la que define la vida misma y por tanto se hace imperioso un uso responsable de los suelos. Lo más apropiado es decir: “realizar agricultura trabajando con los suelos”. Porque de no ser así, perderemos a estos cuerpos naturales que demoran miles de años en consolidarse sobre la corteza terrestre después un largo proceso.
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