La formacion del suelo
La formación de los suelos es un tema fundamental, pero más que por un simple saber académico, su importancia es más marcada por aplicación necesaria de técnicas para el uso eficiente y conservacionista de suelos. También resulta importante saber respecto a la formación de suelos para poder realizar la recuperación de aquellos que están degradados.
La primera cuestión importante a abordar es que las sustancias presentes en la Tierra son constituidas por elementos químicos de la tabla periódica que se formaron hace unos 8.000.000.000 de años atrás, cuando el Sistema Solar aún no se había formado. Esto tiene consecuencias fundamentales con relación a la erosión. Hablamos de sustancias que serán los nutrientes fundamentales para las plantas, como el nitrógeno, el potasio, el fósforo, los mesonutrientes (hierro, azufre, magnesio, calcio, etc.) y los micronutrientes. Ya tenemos mucho que decir por este hecho en cuanto al uso del suelo.
Esos elementos químicos que se formaron hace tanto tiempo, integraron los minerales y las rocas que formaron al Planeta Tierra durante la constitución de nuestro sistema solar.
Las rocas
Las rocas son esenciales para la formación de los suelos, en un largo proceso llamado edafogénesis
Evidentemente las rocas heredan a los suelos esos nutrientes de los elementos químicos que mencionamos y que son fundamentales para el desarrollo de las plantas.
Pero las rocas, con los minerales que las forman, le otorgan propiedades físicas esenciales a los suelos y facilitan el desarrollo biológico en sus diversos tipos (arcillosos, arenosos, etc.), con mucha actividad biológica.
Para que un suelo presente esas propiedades quimicas, fisicas y biológicas, antes debe de ocurrir ese proceso de edafogénesis.
Podemos describir brevemente el proceso de edafogénesis detallando sus fases fundamentales:
Meteorización química y física de la roca
Esto tiene que ver con los factores que modifican el suelo.
Esa roca que formará a diferentes suelos (existe una gran variedad de rocas formadoras de suelos), se denomina Roca Madre.
La meteorización física implica la trituración en fragmentos más pequeños de esa roca, por diversos factores sobre la corteza terrestre: alternancia de frío y calor, las lluvias, los glaciares, el viento, la gravedad, la propia acción de las raíces de las plantas, etc.
Aumenta la superficie expuesta de esa roca al disminuir cada vez más el tamaño de cada fragmento
La meteorización química tiene que ver con la propia desintegración química de estos minerales constitutivos de las rocas. Se liberan los elementos químicos (nutrientes) al suelo en formación, sosteniendo la vida de éste. Intervienen diversos factores: el agua es fundamental, diversos ácidos (carbónico, a partir del dióxido de carbono, por ejemplo), distintas partículas con carga eléctrica, etc.
La meteorización se da de manera simultánea, tanto química como física, en menor o mayor grado en cada caso.
Finalmente, en un suelo desarrollado, lo que quedará de esa Roca Madre es la fracción mineral conformada por arena, limo y arcilla, junto con otras partículas minerales más grandes. También quedarán esos mismos nutrientes liberados, retenidos por la arcilla, la materia orgánica u otros compuestos.
Horizontes del suelo
Los horizontes del suelo son capas diferenciadas del suelo, dispuestas en sentido horizontal. Son fundamentales al momento de identificar un suelo.
Entre los horizontes del suelo existen diferencias en propiedades químicas, físicas y biológicas, así como diferencias en la fertilidad. Los más superficiales son aquellos en los que se desarrolla la vida en mayor medida, y por tanto son de más interés para el hombre.
En esta diferenciación intervienen distintos factores. Son muy importantes las acciones del agua (llevando en profundidad diferentes partículas), de las plantas, de la fauna propia de los suelos, la gravedad, etc..
Estos horizontes se disponen sobre la Roca Madre, y ésta última sigue con su proceso de edafogénesis. Se disponen en distintas capas los productos que se van formando en el suelo, capas que tiene similares propiedades en distintos puntos de las mismas.
La acumulación de materia orgánica es fundamental en la conformación del suelo, porque le otorga al mismo propiedades químicas, físicas y biológicas fundamentales para la vida.
Se va dando por acumulación de restos de animales, plantas y otros seres que van poblando a ese suelo en formación. En última instancia ocurre un proceso orgánico-mineral que da por resultado la formación del humus.
Todos estos procesos son dinámicos y ocurren, en menor o en mayor grado, de manera permanente. El suelo es un cuerpo natural en estado dinámico, en continuo cambio.
Es un proceso que se da a lo largo de miles de años. Es por eso que se debe de hacer un uso responsable de los suelos, para evitar su degradación.
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